Lámpara de mesa hecha con cobre

Con el flexómetro y el rotulador ve marcando el lugar por donde quieres cortar los tubos de cobre.
Hazlo al mismo tiempo que cortas la pieza para ser más preciso, ya que al marcar con un rotulador, el corte puede variar unos milímetros, lo que hace que las últimas piezas no tengan la medida que quieras.

Coloca el cortatubos donde tienes la marquita y ajusta con la tuerca al diámetro del tubo. Ve dando vueltas sobre el tubo de cobre a la vez que poco a poco vas reajustando el diámetro con la tuerca, de tal manera que lo vayas cerrando hasta que se corte el tubo.

Con la acetona y el trapito podrás limpiar la marca del rotulador.

Pega las piezas entre sí con el adhesivo instantáneo.
Para no tener problemas después, es mejor que pases el cable por cada pieza mientas las pegas entre sí.

Aunque el adhesivo es instantáneo, es preferible esperar unos minutos antes de continuar, para asegurarse de que las piezas se han fijado perfectamente.

Abre el embellecedor del casquillo y, con el cable pelado, conecta la toma de tierra (el de color azul) y la fase (marrón, gris o negra) a los dos tornillos que encontráis dentro.

Este mismo proceso deberás repetirlo en la clavija y en el interruptor.

En el interruptor encontrarás dos pares de tornillitos, por lo que deberás cortar el cable a la altura que quieras tener el interruptor y conectar las tomas que vienen en su interior en los tornillitos.

Sólo te queda colocar la bombilla para tener tu lámpara de mesa hecha con cobre.