Bolso casero de polipiel

1. Corta la tela

Comienza cortando las diferentes piezas que formarán tu bolso casero. Son cuatro en total: dos rectángulos para las dos caras principales del bolso; otro rectángulo, más alargado, cuyo largo sea el equivalente a los tres lados inferiores de esas piezas, que unirá por el centro las dos piezas y, por último, otro rectángulo para las asas.

Ojo a las medidas de nuestro bolso: 2 rectángulos de 25×35 cm; 1 rectángulo de de 95×10 cm (95=35+25+35, los tres lados de las piezas principales) y 1 rectángulo de 95×10 para las asas.

Marca las piezas en la polipiel y corta con unas tijeras. Si utilizas un lápiz como nosotros, no es necesario que aprietes mucho, ya que el poliel es un material muy blando y se estropeará.

2. Monta el bolso

Cuando tengas todas las piezas cortadas, comienza a pegarlas entre sí. Hazlo con las piezas del revés, para que luego al darle la vuelta no se vean las uniones.

Empieza pegando el separador central a una de las caras. Pega los bordes de ambas piezas con cola caliente, usando una pistola termoencoladora -para que las esquinas no queden abultadas, haz dos pequeños cortes en la parte inferior de una de las caras: así encajarán mejor-. Cuando lo tengas, pega la otra cara y deja que seque. Dale la vuelta y ya tienes el saco de tu bolso.

Para pegar las partes de polipiel entre sí, te recomendamos utilizar unas barritas de cola específicas para tela y cuero.

3. Pega las asas

Por último, crea un par de asas para el bolso. Utiliza el otro rectángulo de tela alargado y dobla los dos laterales hacia el centro, pegándolos con pistola termoencoladora. Dobla el asa sobre sí mismo y vuelve a pegar. Una vez lo tengas, corta por la mitad esa pieza: cada parte resultante será una de las asas del bolso, que tendrás que pegar con cola caliente a cada una de las caras. ¡Listo!

¡Tachán! ¿Qué piensas del resultado? ¿Te pondrías este bolso? ¡Dinos qué te parece en los comentarios!