En este post queremos enseñarte de manera detallada cómo hacer mascarillas caseras lavables (cosidas a mano o a máquina), con espacio para colocar un filtro. Nuestra idea es ayudarte a hacerlas con materiales que podrás encontrar en casa, de la manera más resistente posible, para que puedas reutilizarlas muchísimas veces. Es muy importante tener en cuenta que se trata de mascarillas higiénicas (no homologadas), lo que significa que:
- Su propósito al utilizarlas es disminuir la posibilidad de que tú puedas contagiar a otros en caso de enfermedad.
- No evitan el contagio de otros hacia ti.
- Se trata de un complemento más de apoyo para disminuir contagios, y no de una solución única.
- Son de uso doméstico y ocasional. No son aptas para personal sanitario ni profesional.
- Te recomendamos que revises las recomendaciones del Ministerio de Sanidad sobre el uso de mascarillas higiénicas.
Es importante tener muy en cuenta que las mascarillas caseras al no estar homologadas, no serán perfectas ni 100% efectivas. Tampoco están pensadas para utilizarlas durante largos períodos de tiempo, y en ningún caso sustituyen a las medidas de higiene ni de distanciamiento social. Sin embargo son mejor opción que no llevar nada, siempre y cuando las utilices correctamente.

Qué materiales domésticos utilizar para hacer mascarillas en casa
La tela
El tejido recomendado por el Ministerio de Industria para la fabricación profesional de mascarillas higiénicas desechables es el TNT (tejido no tejido, es decir, que no está hecho de hilos ni lleva trama), que es un material sintético que podemos ver habitualmente en bolsas publicitarias, fundas de traje etc. Es un material ligero, transpirable e impermeable (por lo que impide la transmisión de partículas líquidas a través de él). Aparentemente es el material más efectivo como barrera a la hora de hacer mascarillas; sin embargo, a pesar de ser lavable, en poco tiempo sus propiedades se van deteriorando con los lavados (sin poder determinar cuándo). Esto significa que aunque también sea perfectamente válido para hacer mascarillas caseras, debemos tener en cuenta que al lavarlas varias veces, dejarán de ser impermeables.

Hay varios tipos de tela que puedes utilizar, aunque no todos tienen el mismo grado de protección o te permiten respirar con la misma facilidad. Nosotros hemos optado por hacerlo con tela 100% algodón, ya que es algo más sencillo de conseguir en casa, y porque es una opción también ligera, transpirable y apta para el contacto continuado con la piel. Debes escoger un algodón con la trama prieta y lo más densa posible (si lo miras a trasluz, la mejor opción será la que menos deje pasar la luz a través de los hilos). Como el algodón no es impermeable, reforzaremos la barrera al poner el tejido doble, y añadiendo un filtro fácilmente desechable.
El filtro
El material más aconsejable para hacer el filtro desechable para una mascarilla casera sería el mismo TNT del que te hemos hablado antes. Sin embargo, y dado que quizás sea complicado conseguir este tipo de material, te proponemos utilizar papel de cocina doblado en dos como sustitución. El papel de cocina retiene la humedad y al no ser tejido, parece que podría funcionar como barrera durante períodos cortos de tiempo. Se debe desechar al acabar su uso y reponerlo cada pocas horas, o cuando se note humedecido. Recuerda que hablamos de una solución doméstica y de apoyo a la prevención.
La goma
Puedes utilizar cualquier tipo de goma o banda elástica que puedas coser a la tela, y que sea medianamente cómoda para estar en contacto con la piel de la cara. Lo ideal es una goma de costura plana, pero si no tienes o no puedes adquirirla, puedes utilizar la de algún pantalón o sujetador viejo, por ejemplo. Si no tienes otra opción, también podría servirte una goma de carpeta, aunque puede que se resbale con mayor facilidad. Si no consigues una goma de este tipo, puedes sustituir la goma haciendo cuatro tiras para atar detrás de la cabeza con una camiseta vieja (que es un material algo elástico y suave), como si fuera trapillo.
Toma nota porque te vamos a explicar el paso a paso detallado para hacer mascarillas caseras en un tamaño adaptado a adultos.
Cómo fabricar una mascarilla paso a paso
Materiales y herramientas

- Tela de algodón 100% lo más densa posible
- Hilo fuerte
- Goma o elástico (preferiblemente plano)
- Papel de cocina
- Cierre de alambre desechable (opcional)
- Esparadrapo de tejido (opcional)
- Hoja de papel din a4 (folio convencional de 21 cm x 29,7 cm)
- Plancha
- Bolígrafo o jaboncillo de costura
- Tijeras
- Alfileres
- Aguja
Prepara la tela
Antes de comenzar a cortar el tejido, es muy importante que laves a 60º la tela que vas a utilizar, ya que el algodón es un tejido que encoge. Al lavarlo antes, te asegurarás de que todo lo que tenga que encoger lo haga ahora, evitando que ocurra una vez cosido.
Plancha muy bien la tela antes de empezar a trabajar sobre ella. Es buena idea que dejes la plancha a mano, porque la necesitarás más adelante en un par de ocasiones. Si no puedes tener la tabla de planchar cerca de la mesa donde vayas a trabajar, puedes utilizar un par de toallas dobladas sobre esta, como hemos hecho nosotros.

Prepara la plantilla de papel
Para facilitar la tarea, vamos a utilizar una hoja de papel como plantilla (así no necesitamos utilizar metro ni regla). De este folio, vamos a sacar un cuadrado exacto (tal y como nos enseñaron a hacer en el cole ? ):
- Coloca el papel en horizontal
- Lleva una de las esquinas inferiores hacia el lado largo de arriba del papel, y marca bien esa doblez diagonal.
- Recorta el rectángulo sobrante (si te resulta más cómodo, márcalo antes con un lápiz). Ahora cuentas con un cuadrado exacto de 21 cm x 21 cm.

Marca la tela
Sobre la tela muy bien planchada, utiliza la plantilla para dibujar dos cuadrados. Para ello ayúdate de un bolígrafo (mejor evita los de tinta líquida o rotulador, para que la tinta no se expanda a través de la trama del tejido, y manche la tela en exceso). Un jaboncillo o tiza de costura también te valdrá. Es interesante que lo hagas por la parte de atrás de la tela: si es estampada, generalmente el tintado será más tenue y el marcado se verá mejor. Si utilizas una tela muy oscura necesitarás dibujar con algún lápiz más claro, o directamente dibujando el contorno con alfileres.

Corta la tela
Con unas tijeras bien afiladas, corta los dos cuadrados lo más preciso que puedas. Puedes descartar el resto de la tela.

Marca el dobladillo
En la parte inferior de ambos cuadrados de tela, marca un dobladillo de algo menos de un dedo de grosor (alrededor de 1,5 cm). Deberás hacerlo dejando el estampado por la parte exterior (como te mostramos en la foto). Puedes ir marcando poco a poco con la uña o con ayuda de una cuchara. Cuando tengas esa marca y compruebes que es igual en los dos cuadrados, plancha muy bien ambos dobladillos, para dejarlos bien señalados.

Corta las gomas
- Si las gomas van cruzadas en la parte trasera de la cabeza: corta dos unidades iguales del mismo largo que el folio (aprox. 30 cm cada goma, sin estirar). Esta opción se sujeta muy bien y es muy cómoda si utilizas coleta o moño. Las gomas deben colocarse cruzadas por encima de las orejas para que no se resbale.
- Si las gomas van sujetas tras las orejas: corta una unidad del mismo largo que el folio (aprox. 30 cm), y divídela a la mitad. Te quedarán dos gomas de unos 15 cm cada una. Esta opción te permite llevar el pelo suelto con mayor comodidad y es más fácil de poner y quitar. Si la utilizas mucho puede resultar algo molesta tras las orejas (especialmente si la goma es un poco dura o está muy nueva).

Hilvana las gomas a la tela
Coloca uno de los cuadrados de tela con el estampado visto hacia ti, y el dobladillo en la parte inferior y mirando hacia la mesa. Ubica los extremos de las gomas pegados al borde de la tela tal y como ves en la foto.

A la dcha. cómo colocar las gomas si las gomas van cruzadas tras la cabeza.
Mira bien que la goma no se retuerza al colocarla, y fija cada extremo en su lugar cosiéndolos a la tela con dos o tres puntos, para que no se muevan.

Cose la parte inferior
Une ambas piezas con alfileres: sobre la pieza que lleva las gomas, coloca el otro cuadrado, estampado con estampado y con los dobladillos abajo.

Comienza cosiendo la parte inferior, donde has hecho el dobladillo. Para ello, divide el largo del cuadrado en tres partes más o menos. Como ves en la foto, sería algo así como tres veces el ancho de tus dedos.

Ahora deberás coser la primera y la tercera parte (dejando la del medio abierta sin coser, que será el lugar por el que luego podremos introducir el filtro).
Lo ideal es que utilices el hilo doble, ya que como vas a lavar muchas veces tu mascarilla, así será más resistente. Haz la costura a una distancia de alrededor de 0,5 cm del borde. No es importante que la puntada sea bonita (se va a quedar escondida por dentro), pero sí que esté bien prieta. Nosotros te recomendamos que hagas esta costura doble (una línea de ida y repetirla sobre los mismos puntos de vuelta), ya que esta es la parte que más va a sufrir al estar abriendo y cerrando continuamente para el cambio de filtro. Por supuesto, puedes hacer esta costura tanto a mano, como a máquina.

Cose el resto del perímetro
Continúa cosiendo alrededor del cuadrado, a la misma distancia del borde, hasta cerrarlo (recuerda, siempre dejando la apertura para el filtro libre). Es buena idea reforzar también con costura doble las cuatro partes donde están las gomas, ya que también van a sufrir tirones con el uso.

Corta las esquinas
Para que al darle la vuelta no queden muy abultadas, corta ligeramente las cuatro esquinas del cuadrado, con cuidado de no hacerlo demasiado cerca del hilo, para evitar que se rasgue la tela.

Dale la vuelta a la mascarilla
A través de la parte que has dejado sin coser, dale la vuelta a la mascarilla de dentro hacia fuera, de manera que veas de nuevo las gomas ya cosidas, pero con las uniones con la tela ya ocultas. Aplana muy bien los bordes y con cuidado de no tocar la goma con la base caliente, plánchalos hasta que la mascarilla quede completamente plana.

Marca los pliegues con alfileres
Para conseguir que la mascarilla casera se adapte a la forma de la cara, lo ideal es hacerle unos pliegues o ‘pinzas’ que hagan una especie de acordeón al desplegarse. Es muy importante que antes de plegar coloques la apertura para el filtro en la parte inferior, para evitar que entre polvo o suciedad durante el uso. En nuestro caso vamos a plegar tres veces, fijándolos de momento con alfileres:

- Primer pliegue: dejando un ancho de más o menos dos dedos desde el borde, monta la tela sobre sí misma (como 1,5 cm aproximadamente).
- Segundo pliegue: usando como punto de partida el pliegue anterior, dobla de nuevo hacia abajo otros 1,5 cm.
- Tercer pliegue: repite la misma operación que en el segundo pliegue.
Plancha los pliegues
Aplana muy bien los pliegues con ayuda de la plancha, y comprueba que ambos laterales queden más o menos como ves en la foto. Coloca de nuevo los alfileres para empezar a coser.

Cose los dos laterales
De nuevo con hilo doble y puntada prieta, cose ahora los dos laterales de la mascarilla, para fijar los pliegues. Esta costura sí se va a ver, así que si tienes tiempo, puedes esmerarte en que las puntadas queden más igualadas ? .

Y si puedes, de nuevo hazlas dobles (una línea de ida y repetirla sobre los mismos puntos de vuelta). No es imprescindible, pero quedará más resistente.
¡Tu mascarilla casera ya está lista!

En caso de que quieras perfeccionarla y hacerla aún más pro, te proponemos añadirle un alambre para fijarla a la forma de la nariz y que quede más pegada a la cara. Si te interesa, ¡continúa leyendo!
Protege el alambre
Toma un cierre de alambre desechable de los que suelen venir en los paquetes de pan de molde (mejor si es uno de los de doble alambre plano) y envuélvelo con mucho cuidado con un poco de esparadrapo de tela. Ten en cuenta que vas a lavar la mascarilla casera continuamente, así que además de protegerte para no hacerte daño con el alambre, el esparadrapo evitará que en caso de oxidación el alambre manche la tela.

Es importante que utilices un esparadrapo de tela o tejido adhesivo similar (como las tiritas de tela que vienen en hojitas para recortar, de las que podrías utilizar la parte adhesiva). Piensa que tiene que resistir los lavados, así que no te valdría el celo convencional, la cinta de pintor, washi-tape o similares.
Cose el alambre a la mascarilla
Introduce el alambre forrado por el hueco para el filtro, y colócalo en horizontal, centrado y alineado con el borde de arriba, donde va la nariz. Cose alrededor de él, lo más ajustado que puedas, para que no se mueva de lugar.

Verás que puedes darle forma al alambre adaptándolo a tu nariz, pero como el metal es muy fino, trata de no doblarlo y desdoblarlo muchas veces, para que dure más.

Cómo poner el filtro en una mascarilla casera
Toma una hoja de papel de cocina, y dóblala a la mitad (esto es importante, ya que es recomendable que el filtro sea doble –de esta manera se duplica la barrera que filtra, pero mantenemos buena transpirabilidad-).
Coloca el papel doblado sobre la mascarilla partiendo de una de las
costuras, y recorta el sobrante del otro lateral (debes ver ambas costuras a
los lados, para asegurarte de que cabe sin dobleces dentro). No debes recortar
el sobrante vertical, ya que la mascarilla se expandirá al desplegarla, y cabrá
perfectamente. Este va a ser el tamaño del filtro casero desechable.

Con cuidado despliega la mascarilla, e introduce el filtro (sin desdoblar) por el hueco libre. Acomódalo bien en el interior teniendo en cuenta que al llevarla puesta, el filtro debe cubrir la boca y la nariz. Como deberás cambiar el filtro constantemente, enseguida irás ganando práctica en el corte y la colocación.

Adapta la mascarilla a la forma de la cara
Es momento de probar tu mascarilla y realizar los arreglos necesarios, en caso de que no se ajuste totalmente a la cara. Recuerda que es imprescindible que vaya totalmente pegada, y que se sujete sola pero sin ser molesta. Si lo consideras necesario, acorta la goma doblándola y cosiéndola sobre sí misma, hasta que te quede totalmente a medida.

Recomendaciones para utilizar mascarillas caseras
Ahora que tienes tu mascarilla lista, es muy importante que tengas en cuenta algunas cuestiones básicas para maximizar la efectividad en su uso.
- Antes de utilizarla por primera vez, lava la mascarilla terminada a 60º.
- Después de cada uso, debes lavarla también (retirando el filtro) a 60º.
- Si planeas utilizarla a menudo, valora la posibilidad de hacer varias para tener siempre alguna recién lavada para su uso.
- Cambia el filtro todo lo a menudo que puedas.
- A la hora quitarte la mascarilla después de su uso, hazlo por la parte de atrás -sin tocar la parte frontal-, ponla directamente en la lavadora y lávate muy bien las manos.
Si tienes alguna duda sobre cualquiera de los pasos que hemos seguido para hacer mascarillas en casa, ¡déjanoslo escrito en los comentarios!
Hola podrían decirme si el llamado fieltro es un material que garantiza la protección al hacer mis mascarillas caseras?
Gracias