Tanto si te gusta comer sano para no ponerte como los de Super Size Me, como si desayunas tres veces igual que un hobbit, o si le pones el mismo cariño a hacer una buena carne al punto que El Padrino a sus espaguetis, la plancha de asar Jata GR558 podría ser muy útil en tu día a día.
Incluso antes de abrirla, lo que más me llamó la atención fueron tres de sus características: la primera, que era ecológica (por no contener PFOA); la segunda, la posibilidad de cocinar sin grasas; y, la tercera, que se pudiera meter en el lavavajillas.
Pero había llegado el momento de ponerla a prueba en la práctica. Y, por tanto, lo primero que hice cuando la saqué de la caja fue comprobar y estudiar cada componente y las características que venían impresas: la plancha de asar Jata GR558 es una plancha de asar eléctrica de recubrimiento antiadherente Pfluon Granite libre de PFOA. Como no tenía muy claro qué significaban estas siglas, las busqué en la red. El PFOA (Ácido Perfluorooctanoico) es una sustancia que tiene muchos usos industriales y que también se utilizaba en la aplicación del recubrimiento antiadherente en los recipientes de cocina. El gran problema de su toxicidad era que permanecía indefinidamente en el medio ambiente y era inhalado por las personas que lo aplicaban. En este sentido, que esta plancha de asar nos evite causar daños tanto al medio ambiente como los propios consumidores ya es un plus. Además, cuenta con una resistencia en ‘M’ que permite repartir el calor de forma uniforme y no dejar zonas frías.
Otro punto a destacar son los 2500 vatios que permiten que se caliente a una velocidad sorprendente –tanto que me quemé un poco al no esperar tal rapidez–. Por otro lado, su selector de temperatura permite controlar constantemente el calor deseado gracias a una luz luminosa y, para completar las funcionalidades, también se incluye un soporte abatible que permite inclinar la plancha para que todos los jugos y grasas no deseadas se deslicen hasta la bandeja recoge salsas/grasas: un gran acierto.
Y cuando me quedó todo claro, me dispuse a preparar un festín digno del de Babette.
PLANCHAS DE ASAR JATA: TAMAÑO VS. COMODIDAD
Una de las características principales a la hora de elegir una plancha de asar suele ser el tamaño. No obstante, es un accesorio de cocina que a priori da pereza comprar si no se dispone del espacio necesario para ubicarlo. En este sentido, la GR558 tiene un tamaño muy compacto y una forma de bandeja salsera muy cómoda y útil de manejar. La plancha es de piedra completamente recta y su resistencia en M hace que todo el espacio que ocupa sea útil. Otra característica que me encantó fue que sea tan rectangular, algo que para una mente cuadriculada como la mía facilita mucho la tarea de guardar y ordenar las cosas. Esta manejabilidad hizo que me plantease su uso fuera de la cocina. Y, en efecto, la plancha parece perfecta para poner en el centro de la mesa con invitados y que cada uno pueda ir haciéndose su propia carne al punto deseado. Algo ideal, porque casi todo lo que importa se celebra o se supera con comida y bebida sentados a la mesa.
PLANCHA JATA: CÓMO FUNCIONA
Lo primero que se me ocurrió cocinar fue un buen filete. Quería comprobar si se hacía bien o si, por el contrario, se cocía en lugar de hacerse a la plancha.
Antes de usarla, limpié la superficie con un trapo húmedo y, después, extendí un poco de aceite con papel de cocina: algo que se recomienda hacer siempre para conservar la adherencia, como se indica en el manual de instrucciones. Entonces, puse el selector de temperatura al máximo y, cuando se apagó la lucecita, puse el filete encima. Sólo tuve que extender unas gotas de aceite con papel de cocina ya que la antiadherencia en este punto es muy buena, aunque tendré que comprobar cómo evoluciona con el tiempo. Eso sí, cuando la carne ya estaba en la plancha bajé un poco la temperatura. El resultado fue un éxito, pues el filete quedó riquísimo: en su punto, mantenía todo su jugo en el interior y no se había quedado blandurrio. Un punto extra fue poner la palanquita para que todos los líquidos que soltó se fueran a la bandeja y así no comer grasas innecesarias.
Pero no todo fue digno de celebración, claro. Aquí van algunos errores de mi primer experimento: coloqué la plancha en una esquina de la cocina y no conté con el humo que provocaría; sin embargo, a la mitad del cocinado la cogí y la moví cerca de la ventana gracias a las asas de plástico, que estaban frías porque no se calientan. Esto es otro punto a favor de la plancha de cocina Jata: puede moverse sin peligro de que alguien se queme.
Lo siguiente que quería probar eran verduras. Y pensé que unos espárragos a la plancha serían el perfecto acompañamiento para la carne. Por tanto, pasé un paño húmedo cuando todavía estaba templada y quedó perfecta. Para los espárragos utilicé una temperatura media y al poco tiempo ya chisporroteaban. Y poco después y al darles la vuelta, comprobé que ya estaban doraditos y tiernos. Y si no se me hubiera olvidado la sal habría estado todo buenísimo.
Para terminar de ponerla a prueba, puse unas rebanadas de pan a máxima potencia para demostrar si se tostaban y a qué velocidad. Las tostadas me encantan, pero no me convence el resultado de los tostadores y suelo recurrir a las sartenes. Así que quería comprobar si podría ser una nueva manera de hacerlas. ¡Y qué acierto! Esta es la mejor opción gracias a la bandeja recoge grasas: las rebanadas quedaron crujientes y nada grasientas, como me suele pasar en la sartén.
PLANCHA DE COCINA JATA: LIMPIEZA
Después de probar diferentes alimentos quise hacer la prueba final: meterla al lavavajillas. Con mucho miedo, eso sí. Lo de meter en agua algo que tiene abierta la base del conector y se ven las espigas para conectarse a la red me da un poco de respeto. Pero la plancha quedó limpísima –y empapada–. No quise utilizarla durante unos días y sequé la parte del conector todo lo que pude y más. Tras esta intensa espera volví al probarla. ¡Y funcionaba! De todas formas, meterla en el lavavajillas es para momentos críticos ya que la limpieza normal se hace con un paño húmedo y, si quedan restos, con un poco de aceite en el trapo.
PLANCHA JATA GR558: EL VEREDICTO
Después de todo esto, ¿me ha gustado esta plancha de cocina Jata? Llegó el momento de la sentencia. Tras probarla varios días tengo que decidir que, en general, sí. Le pondría la eterna pega del tamaño, pero creo que si no tienes mucho espacio directamente no te planteas comprar una plancha. Además, es rápida, limpia, el diseño en piedra le da una estética muy acertada y sus asas que no se calientan: todo un acierto a la hora de poder manipular la plancha sin peligro.
PESO |
2,4 kg |
MEDIDAS |
46 cm x 28 cm |
POTENCIA |
2.500 W |
ACCESORIOS |
Bandeja recoge salsa/grasas, soporte abatible, selector de temperatura. |
RANGO DE PRECIO |
40 – 50 € |
¿Estás pensando en comprar una plancha de asar eléctrica? ¿Está entre tus finalistas la plancha de asar Jata GR558? ¿Ya tienes una y quieres contarnos tu experiencia? Escribe en los comentarios todo lo que quieras, que aquí estaremos para servirte. Y si lo que te gustan a ti son las batidoras, hemos probado la batidora Bosch 750W Ergomixx, a ver qué te parece.
randy dice
Yo la tengo hace 5 años, ya que sustituyó a una Princess y la verdad es que salí ganando y decir también que la uso muchisimo…
Uno de los trucos que aprendí fue poner un papel de asar y colocar encima los alimentos o hacer con el mismo una especie de sobre, independientemente que se cocine con menos o mas aceite o los alimentos desprendan mas o menos grasas; cuando teminas tiras el papel y solucionado y además no rayas o deterioras la superficie con las pinzas u otros utiles…
Con los años se ha ido oscureciendo, no se si de natural o por el papel, pero resulta la verdad es que ese truco resulta muy limpio y cómodo.
Acabo de conocer este página, porque le había desmontado las patas para meterlas en el lavavajillas, pero me acabo de enterar que se puede meter toda; aunque creo que si se desmonta y se pone por piezas mucho mejor. Ojo el termoregulador ni de coña, eh?
Saludos