Las alfombras son un elemento de decoración muy utilizado; generan sensación de ‘hogar’, y nos aportan calidez, literal y metafóricamente. Además, dan personalidad a cualquier espacio con un solo elemento, y basta cambiar de alfombra para cambiar del todo el aspecto de una habitación. En contra de lo que pueda parecer, limpiar las alfombras y mantenerlas libres de manchas, no es tan complicado como pudiera parecer. Con un buen aspirador y unos pocos ingredientes básicos -que todos tenemos en la cocina- podrás limpiar tus alfombras de manera sencilla, ¡toma nota!
Sin duda, lo mejor que puedes hacer por el cuidado de tu alfombra, es hacerte con un buen aspirador, y utilizarlo lo más a menudo posible. Entre las fibras se acumulan miles de ácaros y pelos y es fundamental eliminarlos para prevenir alergias y un ambiente cargado. Así que pasa el aspirador (si puedes) a diario, especialmente si tienes niños o mascotas. Y ¡ojo!, recuerda que lo ideal es hacerlo por las dos caras siempre que sea posible. También es buena idea que repares enseguida cualquier deshilachado que pueda surgir, para evitar accidentes o enganchones mayores.
Aunque en apariencia una alfombra no parezca sucia, sí es posible que tome algo de olor con el paso del tiempo. Puedes ayudar a eliminarlo de manera sencilla y barata simplemente utilizando sal de mesa: espolvorea sal común a lo largo de toda la alfombra, y enróllala sobre sí misma, lo más cerrada que puedas. Déjala reposar durante unas 24 horas, y aspira bien la alfombra hasta que la hayas eliminado por completo. La sal actuará como desinfectante y acabará con el mal olor acumulado.
[rp4wp limit=2]
Además de aspirar a menudo tu alfombra, es recomendable realizar limpiezas básicas de una vez cada cierto tiempo:
Cuando necesites hacer una limpieza más en profundidad (como mínimo, una vez al año), deberás tener muy en cuenta el tipo de material con el que está confeccionada, para cuidar las fibras y hacerlo correctamente:
Dependiendo de su tamaño y de la recomendación del fabricante, quizás puedas lavarla en la lavadora (si es así, tendrás las instrucciones en la etiqueta). Si no es el caso, después de aspirarla por ambos lados, límpiala con una mezcla al 50% de vinagre blanco y agua tibia (no caliente). Frota con un paño o cepillo suave no muy empapado en esta mezcla, y deja secar al aire.
Sacúdela (si tienes dónde) y aspírala en profundidad. Cepíllala con una mezcla de agua fría y un poquito de jabón neutro. Ten cuidado de no excederte con el jabón, ya que no será nada fácil aclarar el exceso de producto. Ve frotando poco a poco sin empapar demasiado (siempre en sentido del pelo o nudo), hasta que elimines cualquier resto de espuma. Déjala secar al aire.
Este tipo de fibras atrapan muchísimo los pelos y el polvo, debido a la electricidad estática que se produce con el uso. Por eso es especialmente importante mantener el aspirado al día. Para su limpieza puedes emplear agua jabonosa con un chorrito de amoniaco. Frota con un cepillo toda la superficie, y después con un paño mojado en agua limpia, elimina los restos de jabón que puedan quedar.
No es conveniente empapar este tipo de alfombras, ya que se deteriorarían. Por eso, en este caso, humedece un paño que no suelte pelusa en agua salada, y limpia la superficie siguiendo siempre la dirección de las fibras. Al acabar, déjala secando teniendo en cuenta que las esquinas queden bien estiradas (puedes poner algo de peso pisando cada una, para que no se encojan hacia dentro). Una vez seca, puedes pulverizar un poco de leche por la superficie.
Pueden resultar algo más complejas de limpiar, y además si se humedecen mucho, se dificulta luego su secado. Por eso, la manera más sencilla de limpiar una alfombra de pelo largo es colgarla (preferiblemente en exterior) y pulverizar sobre ella una mezcla de 50 ml de vinagre blanco y 250 ml de agua. Déjala reposar y secar. El olor del vinagre se evaporará antes de que te des cuenta.
Antes que nada, la primera recomendación a tener en cuenta es que pruebes estos remedios siempre ANTES en una esquina pequeña y poco visible de la alfombra, para asegurarte de que los colores y las fibras no se dañan.
La regla fundamental a tener en cuenta a la hora de limpiar una mancha es que cuanto antes lo hagas, mejor (si puedes, ¡actúa en el momento!). Si atacas la mancha antes de que se seque, tu acción será muchísimo más efectiva. Y otra cosa muy importante es que debes limpiar la mancha desde sus bordes, hacia dentro y sin empapar la zona, para evitar que la humedad la extienda hacia fuera.
Ante la duda, o si la mancha persiste… ¡probablemente sea momento de llevarla a la tintorería!
Ya has aprendido a hacerte cargo del cuidado diario de tus alfombras con productos muy básicos que todos tenemos por casa. Aún así, es recomendable que las lleves a un profesional para una limpieza a fondo más o menos una vez al año.
Recuerda pasar la aspiradora siempre que puedas, y gíralas de posición de vez en cuando para que las marcas de los muebles se vayan ‘repartiendo’, y no las dañen de manera permanente.
Ya vemos que te gusta decorar con ellas pero, ¿te atreverías a hacer alguna de estas ideas de alfombras DIY? ¿Tienes un truco infalible para eliminar manchas en los tejidos? No te cortes, y cuéntanos en comentarios todas las dudas que tengas sobre cómo limpiar las alfombras de tu casa.
Desde la elección de los materiales esenciales hasta revelar los beneficios que aporta tener un…
Sorprende a todos tus invitadores y familiares esta Navidades con las recetas que hemos preparado…
Índice ¿Qué es el Tie Dye? Materiales necesarios Tipos de tintes Elección de la camiseta…
Vamos a sumergirnos en el increíble mundo del slime casero. ¿Listo/as? ¡Vamos allá!
Podríamos decir que, la calabaza al horno, no es solo una receta; es una tradición…
Hoy en Handfie, revelaremos los mejores métodos caseros acerca de cómo limpiar zapatillas blancas de…
Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra