Sandalias, deportivas, botas, tacones, mocasines… sean del tipo de sean, lo cierto es que todos tenemos zapatos. Independientemente de si tienes muchos o pocos pares, sabrás que organizar el calzado no siempre es fácil. Los zapatos son objetos de uso diario y tienen una forma poco ‘apilable’, así que aprender a ordenarlos de manera práctica y funcional nunca está de más. Es bastante fácil acumular más de los que realmente utilizas, y ese problema se multiplica exponencialmente según el número de personas que vivan en la misma casa.
Puede que seas de tener cuatro pares contados para uso intensivo, o de los que prefieren tener muchos zapatos (para que al usarlos menos, todos ellos duren más). En cualquier caso, te damos unos cuantos consejos para organizarlos de la manera que mejor se ajuste a tus necesidades.
De primero: limpieza general
Tal y como te aconsejábamos a la hora de organizar el armario, la primera tarea consiste en sacar de una vez todos los zapatos que tienes (de todos los lugares de la casa) y colocarlos en un mismo lugar, donde puedas tenerlos juntos y a la vista. Ordénalos si puedes en el suelo por categorías (deportivas, tacones, sandalias, etc.), y observa. Seguramente no imaginabas que tenías tantos, y probablemente esta visión sea bastante abrumadora. Pero es importante como primer paso para darte cuenta realmente de cuáles están ocupando espacio, y en el fondo ya sabes que no vas a volver a usarlos por estar rotos, pasados de moda, porque te molestan o simplemente ya no te ves con ellos.
Sé realista. Si guardas un zapato desde hace años, y cada vez que te planteas usarlo te pones excusas para hacerlo ‘en otra ocasión’… seguramente es el momento de decirle adiós. Esa ocasión seguramente no va a llegar, y los zapatos que SÍ utilizas merecen ocupar con orgullo ese valioso espacio en tu armario. Así que descarta los pares que no vas a conservar, y observa los que sí guardarás: ¿Ves como ya solo con esto, tu colección tiene mejor pinta?
Planea una puesta a punto antes de guardarlos
Limpia muy bien todos los zapatos que vayan a quedarse contigo y lleva sin falta al zapatero los que necesiten una revisión. Si estás dispuesto a pagar por un arreglo, es que te gustan lo suficiente y estás haciendo bien en conservarlos.
Es buena idea guardar los papeles de seda que vienen en el interior del calzado cuando lo compras: esas bolas de papel ayudan a mantener intacta la forma de los zapatos. Si no lo has ido guardando, no dudes en adquirirlo en una papelería; no es demasiado costoso y lo reutilizarás durante muchísimo tiempo. Si puedes, evita usar papel de periódico, ya que la tinta de la impresión se va desprendiendo, y puede manchar. Con respecto a los zapatos de materiales más delicados (ante, piel, seda, con apliques) que vienen dentro de una bolsa de tela, es buena idea seguir conservándolos de esta manera.
A la vista, pero con cabeza
Vale, puede que algunos de tus zapatos sean bonitos como objetos de decoración, pero francamente, la mayor parte de los mortales no los podemos organizar de esta manera, porque: a) no tenemos una habitación vestidor de revista con espacio para exponerlos y b) no necesariamente queremos dejar a la vista las zapatillas del gimnasio junto a los taconazos de fiesta y las botas de montaña. Además, tampoco es tan práctico ni limpio tener los zapatos expuestos como en un museo (se llenarían de polvo y ¿realmente te ves limpiando la suela cada vez que los utilices para recolocarlos en su balda?).
Sin embargo, sí es conveniente tratar de guardarlos de manera que de un vistazo puedas verlos todos y acceder a ellos sin tener que rebuscar (ya sabes, si no están a la vista NO vas a ponértelos).
Recuerda que los zapatos también tienen temporada, lo que significa que probablemente vayan a estar unos cuantos meses sin usarse. Así que es aconsejable guardar los que no corresponden a la época del año (botas con borreguito en verano, chanclas de playa en invierno, etc…), y liberar espacio a la vista para los de la temporada actual y uso diario. Esto también aplica a zapatos de fiesta, delicados y de ocasiones especiales, cuando sabes 100% que los utilizarás solo un par de veces al año.
Cada casa es un mundo, y cada zapatero también
Del mismo modo que no hay dos casas iguales, no hay dos colecciones de zapatos iguales. Así que no existe una única manera perfecta de organizarlos. La solución variará principalmente en función del espacio (realista) que puedas asignarles, y de tu rutina de uso. En principio, lo ideal es que todos estén juntos, para facilitar la elección a la hora de vestirte.
Ahora bien, puede que prefieras asignar un pequeño espacio en el recibidor con los dos o tres pares de uso diario, y guardar el resto en un armario zapatero o en cajas en el dormitorio. Esta opción será la mejor si tienes por costumbre descalzarte nada más llegar a casa.
Ideas para colocar el calzado
Una vez tienes claro cuánto espacio puedes dedicar a guardar tus zapatos, llega el momento de valorar las opciones de almacenamiento que mejor se adapten a ti.
Como norma general: Evita dejarlos en el suelo, incluso aunque estén ordenados. Tenderán a amontonarse, estarán muy fuera de tu campo de visión, agarrarán polvo, y es muy posible que los pises sin querer.
Algunas opciones que sí te ayudan a cuidarlos y mantenerlos en orden serían:
- En sus cajas originales: Conservar las cajas que venían en la compra, te funcionará si tienes espacio para apilarlas ordenadamente. Cada zapato tendrá espacio para guardarse con cuidado, y aumentará su valor en caso de que quieras venderlos. Si tienes varias cajas de la misma marca, deberás poner las etiquetas a la vista, para distinguir unas de otras, o fabricarlas tú.
- En cajas iguales: Mismo concepto, pero visualmente más ordenado. Adquiere cajas con tapa del tamaño adecuado, todas del mismo color (o mejor aún, ¡transparentes de metacrilato o de plástico tipo tupper!), y etiquétalas para saber qué hay dentro de cada una.
SÚPERTRUCO: Haz una foto de cada par, y pégala en el lateral visible de la caja, y así podrás ver todos tus zapatos en una sola mirada. - Un zapatero bonito: Busca un mueble que pueda servirte además para apoyar marcos de fotos, una planta, unos libros… (o las llaves y el bolso si está en la entrada). Si el espacio es visualmente agradable, te apetecerá más usarlo y mantenerlo ordenado.
- Un banco abierto con rejilla: Aprovecha su doble función de poder calzarte sentado, a la vez que accedes a tus zapatos de más uso, que tendrías guardados justo debajo.
- Un estante en la parte baja del armario: Esta opción es perfecta para tener junta ropa y calzado. Así podrás preparar tu outfit sin tener que ir de una habitación a otra.
- Un zapatero de tela colgante: Esta opción para colgar de la barra del armario es perfecta si tienes muy poco espacio, ya que en una línea vertical podrás almacenar muchos pares. Eso sí, tendrás que ser muy disciplinado a la hora de limpiarlos antes de guardar (aunque ya lo eras antes, ¿no? 😉 )
- Tienes muchas opciones más que puedes explorar: Organizadores de calzado para colgar en puertas, proyectos DIY, paneles con colgadores, almacenajes para poner bajo la cama… ¡busca la que mejor se adapte a ti!
Ordenar zapatos: así puedes hacerlo
Una vez ya sabes dónde los vas a poner, el siguiente paso es el CÓMO. Lo más interesante a tener en cuenta es que, para acceder a todo más rápido, lo mejor es organizar los zapatos por categorías. Y hay dos maneras de hacerlo:
Categorizar por tipo de zapato: Sandalias con sandalias, deportivas con deportivas, bailarinas con bailarinas… Utiliza esta categoría si usas buena parte de tus zapatos a menudo, y te gusta variar de estilo a diario.
Categorizar por frecuencia de uso: Jerarquiza la colocación pensando en lo mucho o poco que los utilizas. Esta manera de organizar te irá bien si tienes muy claro en qué momento sueles vestir cada zapato, y experimentas poco con tu look:
- Zapato de uso diario: (ej. Zapatos de trabajo, zapatillas de correr por las mañanas, alpargatas casual en verano…). Ponlos los más cercano a la vista, o en la posición más accesible.
- Zapatos de uso menos frecuente: (ej. Zapatillas de montaña, tacones cómodos para salir a cenar, sneakers especiales…). Puedes colocarlo en un lugar visible, con acceso menos directo.
- Zapatos de muy poco uso: (ej. Tacones para bodas, calzado que usas con solo un conjunto de ropa…). Debe estar en el lugar menos accesible de tu espacio.
Trucos para optimizar el espacio al ordenar tus zapatos
Aunque lo ideal visualmente sería colocar de manera simétrica los zapatos (los dos mirando en la misma dirección), es cierto que así colocados ocupan más espacio. Si necesitas ganar unos cuantos centímetros en el estante donde los ordenas, prueba a ponerlos en posición alterna: es decir, de cada par, uno mira hacia fuera, y otro hacia dentro.
Las sandalias planas, chanclas y zapatillas de tela que no se deforman (tipo alpargatas de esparto), pueden colocarse apilando unos pares encima de otros cuando tienen forma similar. De esta manera, ganarás algo de hueco para zapatos más voluminosos. Si decides hacerlo así, lo ideal es que las pongas suela con suela, para evitar que se ensucien.
En espacios muy pequeños, puedes guardar de esta manera en vertical otro tipo de zapatos. En este caso, para que se sujeten, tendrías que poner uno encima del otro pero contrapeados (punta del de arriba apoyada en el talón del de abajo). Existen accesorios que puedes comprar para colocarlos así sin que se toquen, o puedes probar a hacerlos tú mismo con cartón. Si tuvieras que “sacrificar” alguna categoría del zapatero, porque no te cabe todo, puedes utilizar un cesto para guardar las zapatillas de deporte. Este tipo de calzado es el más sufrido, y el que está (dentro de todo) mejor preparado para rozarse.
Vale, quizás las zapas de edición limitada que te costaron medio sueldo, no deban ir a la cesta. Pero bueno, ya entiendes a qué nos referimos.
Cómo organizar la botas
Este apartado merece mención aparte, porque las botas tienen claramente un formato que no es compatible con la mayor parte de los organizadores o muebles zapateros. Así que dependiendo de la cantidad que tengas, y de lo delicadas que sean, deberás valorar opciones como guardarlas tumbadas en cajas, invertir en perchas específicas para colgar botas del armario, o habilitar un espacio con altura suficiente para ponerlas en vertical dentro del armario. Para conservarlas bien sin que se deformen, lo suyo es que pongas dentro algo para evitar que se doblen: hormas de plástico rígido especiales para ello, papel de seda, telas viejas, botellas vacías… lo que se te ocurra para rellenarlas como si las llevaras puestas.
Si cuidas tus zapatos, ellos cuidarán de ti
Ya no tienes excusa para dedicar algo de tiempo y darle una vuelta a tu colección de sneakers, deshacerte de sandalias con tiras estropeadas, y zapatos que te duelen sólo con mirarlos. Conserva sólo zapatos que te gusten y te hagan feliz, y recuerda dejarlos ordenados a diario, mantenerlos limpios, ventilados y en buen estado. Te durarán más, y los vestirás con orgullo.
¿Se te ocurre alguna manera ingeniosa de organizar los zapatos? ¿En qué parte de la casa prefieres tenerlos? Cuéntanos cuál es la solución que se adapta mejor a tu rutina, y ¡pregúntanos en los comentarios si te ha quedado alguna duda!
LIDIA CORTEZ dice
nada creativo. ninguna idea que me ayude.